Pinus Thumbergii es el nombre científico del Pino Negro Japonés. Se le conoce en Japón como Kuromatsu, y es catalogado por muchos como el rey de las coníferas cuando se trata de bonsáis.
La corteza de su tronco conforme avanza la edad del árbol es de un color gris oscuro y agrietado, con escamas de color negro. Las acículas son gruesas y largas, incluso espinosas, y de un color verde intenso, de un tamaño de 7 a 12 cm, y que nacen muy densamente agrupadas en pares. Las yemas de las velas son de color blanco y con escamas de tacto sedoso.
Para conseguir reducir el tamaño de su acícula necesita muchas horas de exposición solar, y no tolera la sombra, ya que se debilita.
Necesita sentir el paso del frío en invierno, permitiendo así que la primavera despierte las yemas en reposo.
Es preciso abonar frecuentemente con un abono orgánico de calidad, sobre todo en la época primaveral y en otoño, períodos de máximo crecimiento.
Como curiosidad cabe destacar que el Pino Negro se utiliza como patrón para hacer injertos de otras variedades de pinos más débiles, como el Pino Blanco Japonés, o Pino Pentaphylla.
Se escoge uno de similares características al de la foto, siempre escogemos el de mayor potencial.
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