Los bonsáis son artículos relativamente caros, y el por qué de esta característica es fácil de imaginar. No se crea un bonsái de un día para otro. Un bonsái de calidad necesita su tiempo para desarrollarse, y estamos hablando de décadas. Cuanto más longevo sea un bonsái, y más horas de cuidado y trabajo tenga, más alto será su precio.
Como en cualquier mercado, el valor del producto vendrá establecido por las leyes de la oferta y la demanda, y como crear un bonsái de muy alta calidad requiere mucho tiempo y determinadas habilidades muy específicas, por lo que se limita bastante la oferta, y esto aumenta su precio.
El hecho de importar un bonsái de países asiáticos aumenta aún más su valor. En las importaciones, habrá que pagar todos los gastos y gestiones propias de la importación, como tasas y requisitos fitosanitarios, a parte de los propios gastos del transporte.
¿Y por qué se crea la demanda de bonsáis? Al aficionado al bonsái, lo que más le importa de éste no es su precio, sino las satisfacciones que le podrá reportar durante muchos años, y esta cualidad es difícilmente cuantificable en términos monetarios.
Un árbol de una gran calidad puede ser una gran inversión, siempre que esté en buenas manos y debidamente cuidado. Sin embargo, especular con el precio de los bonsáis requiere de muchos conocimientos en el mundo del bonsái para saber predecir cuáles serán las futuras tendencias. Como cualquier otra inversión, no está exenta de cierto riesgo.
Otros muchos factores influyen en el precio de un bonsái, como el tamaño, la especie, el estilo, la maceta, o la calidad de determinadas partes del árbol. Para no extendernos mucho, ya hablaremos de estos factores en nuevas entradas del blog.
Azalea
